XPLORER-V NS en Delft, Holanda Meridional, Países Bajos

Los organismos reguladores de todo el mundo han establecido niveles bajos desafiantes de azufre y nitrógeno permitidos en combustibles orgánicos para el presente y el futuro cercano con el fin de proteger el medio ambiente.
Las refinerías de petróleo producen una amplia gama de emissions de aire y agua que pueden ser perjudiciales para el entorno. Algunos de los contaminantes están presentes en el crudo original, mientras que otros son resultado de los procesos y operaciones de la refinería. Las emisiones atmosféricas incluyen dióxido de azufre (SO2) y dióxido de nitrógeno (NO2), que deben ser monitorizados.
Durante el proceso de producción de productos petrolíferos, se forman óxidos de nitrógeno (NOx) en los gases de los hornos, los cuales son corrosivos para el acero. Además, durante la reformación de catalizadores, la nafta se somete a pretratamiento para eliminar contaminantes como cloro, azufre y nitrógeno que podrían envenenar el catalizador. Justo antes de que el producto final se envíe para blending y almacenamiento, el producto petrolífero se somete a un tratamiento una vez más para eliminar por completo las últimas cantidades de nitrógeno y azufre.