Los camper vans son vehículos recreativos compactos sobre chasis de furgón que combinan comodidad de conducción con equipamiento habitable como cama, cocina y almacenaje. Funcionan bien desde escapadas de fin de semana hasta viajes prolongados, con mejor maniobrabilidad y menores costes que autocaravanas grandes. Hay desde conversiones sencillas hasta modelos de fábrica de lujo; revisa distribución, aislamiento, sistemas eléctricos y capacidad de carga según tu estilo de viaje y temporada.
Comprueba el estado del chasis y motor, historial de mantenimiento, kilómetros, óxido en el bajo, signos de humedad en la zona habitable, instalaciones de agua y electrodomésticos, circuitos eléctricos (12V/230V) y la instalación de gas.
Contrata un transportista especializado en vehículos altos. Confirma dimensiones y peso, asegura objetos sueltos, desconecta baterías si se solicita, declara combustible y gas, y contrata seguro de transporte por daños.
Verifica la homologación o aprobación del tipo en tu país, normas de emisiones y categoría de peso, certificaciones para la parte habitada, IVA/aranceles de importación y la documentación para furgones convertidos.
Respeta los intervalos del chasis para motor y transmisión. En la zona habitable: revisar sistema de agua, comprobar gas, mantener frigorífico/calefacción, cuidar baterías (servicio y carga), revisar sellos y preparación para invierno.
Los repuestos del chasis suelen ser fáciles de conseguir. Las piezas del habitáculo dependen de la marca, pero son bastante accesibles. Actualizaciones como paneles solares o baterías de litio las realizan muchos especialistas.